Hemos despedido este año 2017 con una situación en mejora que parece decir adiós a la crisis del sector. Y todo apunta a que este 2018 traerá consigo una estabilidad muy necesaria para el despunte definitivo.
Tanto los precios como el número de operaciones han crecido de manera considerable, dibujando un escenario positivo para la recuperación.
La compraventa de vivienda nueva ha subido por primera vez desde 2006 y las entidades financieras parecen volver a relajarse y permitir la financiación con un tipo de interés bajo (del 2, 6% en octubre).
Con la sombra de la burbuja aun proyectándose sobre el sector, algunos ya se aventuran a vaticinar un buen año en este 2018 aunque con algunas dudas, como la inestabilidad provocada por la situación en Cataluña que puede ralentizar ciertas operaciones, tal como apuntan algunos expertos.
Se prevé un aumento en la compraventa en torno al 16% y, si bien no es una cifra para lanzar cohetes, sí representa un considerable aumento desde 2008, año de la brecha creada por la crisis económica.
Según los expertos, el mercado aumentará en torno al 18% en venta directa aunque hay otras previsiones más discretas que hablan de un porcentaje del 9 o 10%.
En cualquier caso, la demanda particular vuelve con fuerza así como el perfil inversor que apuesta por la compra de inmuebles para alquiler. También los alquileres de larga temporada y la llamada demanda de reposición, o el buscar una casa en alquiler mejor que la actual, seguirán tomando fuerza en el mercado inmobiliario. Los más jóvenes siguen teniendo difícil el acceso a la primera vivienda en un mercado laboral inestable que no permite hacer crecer el ahorro.
En 2018 la vivienda de obra nueva volverá a primera línea con un aumento importante en la construcción de nuevos edificios y una mayor demanda.
Pero lo que, sin duda, más preocupa a los compradores son los precios. En principio y en relación a la mayor oferta de obra nueva (más cara y gravada con más impuestos) la adquisición será más cara en 2018. Las opiniones oscilan entre un aumento del 4, 5% hasta el 9%.
Muy pronto podremos empezar a ver cuál de estas previsiones se cumplen este año, ya que son muchas las variables que intervienen finalmente en el pulso del mercado financiero e inmobiliario.