Negociar el precio de una vivienda es algo bastante menos fácil de lo que pueda parecer en un principio: requiere pericia, conocimiento del mercado inmobiliario y de nuestro margen de posibilidades al respecto, y asimismo conocimiento de la zona por donde hayamos de movernos, pues de lo contrario podemos cometer graves errores.
Cuando estás pensando en comprarte una casa no hay una regla general sobre cómo negociar el precio con la persona encargada de vendértela pero si hay una serie de criterios a tener en cuenta para ayudarte a negociar un precio mejor. Hay una serie de trucos, sí, y también de precauciones que hemos de tomar para no errar.
Consejos para negociar el precio al comprar una casa
Para saber cómo negociar el precio de una casa, es necesario seguir una serie de pautas y consejos que pueden facilitarnos considerablemente las cosas y alejarnos de la senda del error, particularmente temible en el mercado inmobiliario, por los grandes desembolsos que este supone:
– En primer lugar, resulta fundamental estudiar el precio que tienen los inmuebles de la zona donde estás interesado y que tengan características parecidas, lo cual te dará una idea general de que la vivienda a comprar está en el precio que rige el mercado o si por el contrario no lo está. De esta manera, el vendedor también sabrá que conoces el precio del mercado y así ganarás ventaja en la negociación y no se aprovecha de tu desconocimiento. Así pues, como en tantas cosas de la vida, es preciso investigar antes, informarnos sobre los precios y condiciones de la zona e incluso de la tasa de crecimiento interanual de los alquileres y precios de compraventa. Las fuentes de información son numerosas, así que ello no supone mayor problema. Sucede aquí como en una entrevista de trabajo: más nos vale acudir previamente informados del terreno que vamos a pisar y por donde vamos a movernos.
– Una vez que realizamos la primera visita, lo mejor es no dar mucha información, evitar demostrar si te gusta la vivienda, es más necesario ese momento para fijar posibilidades de negociación, es decir, si el piso lo ha visto mucha gente, el motivo de venta del piso, si ha existido algún tipo de oferta o si habrá segundas visitas. Hay que tener cuidado con las tretas habituales del vendedor, como afirmar (eso siempre se hace por defecto) que hay más gente que le ha echado el ojo al piso y que están deseando adquirirlo o alquilarlo, según los casos. Muchas veces, el vendedor juega con la ventaja de un mercado inmobiliario muy competido, y donde siempre tememos que alguien se vaya a alzar con lo que anhelamos nosotros. En todo caso, nada de ansiedades. Debemos intentar jugar en la medida de lo posible con un margen de negociaciones, y ello con serenidad.
– Otro aspecto fundamental para negociar el precio de una vivienda: En cuanto lo tengas claro, observa bien el piso para averiguar si tiene algún defecto, del tipo: grietas, antigüedad, instalaciones de la comunidad, si la casa necesita alguna obra etc. Puesto que, si necesita reforma debes comunicarle al vendedor que es otro gasto que tienes que asumir, puesto que a la hora de lanzar la oferta todas estas cosas te pueden ayudar a bajar el precio de partida. Además, debes tener en cuenta que esa oferta inicial debe ser inferior al precio máximo que estés interesado en pagar, así si nos rechazan la primera oferta siempre se puede presentar una segunda. Hay que tener en cuenta, que una oferta razonable sería la mitad del precio entre la primera oferta y el último precio de venta propuesto por el vendedor.
– También este factor es importante a la hora de saber cómo negociar el precio de una casa: Si se trata de una vivienda de segunda mano, es necesario tener en cuenta el factor psicológico, es decir, saber si la venta es urgente y por qué (herencia, falta de liquidez, etc.). Todo esto influye a la hora de alcanzar una rebaja en el precio. Además, la procedencia de la casa se puede encontrar en el Registro de la Propiedad.
– Debes demostrar solvencia económica, lo cual también ayuda en la negociación, tanto si puedes optar a una hipoteca preconcebida o incluso puedes pagar parte del precio al contado. De esta forma, conseguirás que el vendedor vea en ti seguridad pudiendo bajar el precio y así no aposta por otro comprador que no puede conseguir esa hipoteca.
– Es recomendable que des flexibilidad en cuanto al plazo de entrega de la casa, se debe considerar las necesidades temporales de la persona que vende la casa, optando por dar un margen al vendedor en el plazo de entrega de la casa a cambio de un descuento, siempre que sea posible.
– Sé perseverante, la primera oferta puede que no te la acepten, pero puede darse otra oportunidad, ya sea porque la vivienda que deseas comprar tenga un precio muy alto y por lo tanto puede ir sometiéndose a variaciones, ajustándose, debes estar atento, o por el contrario que el vendedor no reciba ofertas ya que el precio puede estar por encima de el del mercado y tendrá que optar por rebajarlo y en ese momento es donde debes mostrarte muy hábil en la negociación.
Hay que tener en cuenta, que siendo el comprador a la hora de negociar el precio de una casa, debes saber distinguir entre precio: siendo lo que el vendedor quiere recibir por la venta y por otro lado, el valor: siendo lo que tú como comprador quieras o puedas pagar por él. De este modo, resulta fundamental no proponer una oferta por un importe más elevado que el valor que esa casa tiene para ti. He aquí otra faceta importante a la hora de negociar el precio de una vivienda.
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